viernes, 30 de marzo de 2012

Mario, yoga, cuescos, estrés y otras cosas.

Pero bueno, ¿os lo podeís creer? Que el Mario anda todo agobiado, voy y lo invito a Yoga para que se me relaje ¡y el asunto acaba peor!!
Que conste que para empezar con el yoga no le tocó una de las mejores clases y si a eso añadimos el cuesco que se echó un compañero que no se aplica lo de no comer nada antes de calse… que para mí que se comió medio kilo de fabada… pues no  me extraña que el Mario haya echo mutis por el foro de tal manera que aquí tengo yo en mi casa una esterilla de más y un par de tenis del 40 y pico que echan de menos a su dueño. No me extraña que el Mario se haya ido, yo también me iría si después del cuesco me tengo que poner a inspirar y espirar profuuuuuuundamente disfrutándome los detalles olorosos del momento: ¡dimito!
En fin, que preocupada ando por el Mario y por mi misma… que andamos los dos bien estresados sólo que yo lo disimulo más pero mis sueños van de mal en peor. El otro día me desperté bañada en sudor porque soñé que perdía los papeles en el trabajo. Le gritaba a todo el mundo, mandaba a mi jefe a tomar viento y rompía todos los ordenadores que me encontraba de camino a la salida con un bate de beisbol que no sé de dónde me saqué… que yo llevo de todo en el bolso, pero juro que un bate no… aunque viendo el resultado empezaré a planteármelo.
Mario, que andas desaparecido, si te sirve de consuelo aquí la menda anda que no hay yoga ni libro del Secreto que le quite la mala huva o el agobio de tanta injusticia que hay en el mundo, ni que decir cabe que si se supone que estamos en una sociedad libre ¿a cuenta de qué a mi unos huelgeros de las narices me tienen que prohibir ir a trabajar? ¿a caso ellos van a habalr con mi jefe cuando me eche para explicarle que yo quería ir pero que ellos no me dejaron pasar so pena de romperme el coche? Pues ala, arriba la España democrática que quiere salir de la crisis como la típica señora entrada en carnes que quiere que se le quede el cuerpo serrano de la Schiffer a base de empanada y embutido de León.
En fin Mario, que te entiendo, más de una vez he querido yo irme agobiada de clase de yoga, sólo que como cuando eso me pasa, me entra tal mala uva que sé que si me levanto empezaría a soltar por esa boca cada cosa que mejor me hago un ejercicio de auto control y disimulo que es lo mío. Que sepas que estoy buscando un sitio solitario donde poder ir a gritar durante 20 minutos seguidos… si doy con ello te aviso y vamos los dos a ver si con eso se nos quita tanto estrés. Si no es asi ya me veo dejándolo todo y marchándome con mi tabal de surf a dar clases de idiomas por Hawaii mientras me río de los españoles y sus libres democracias de pacotilla… paz y amor y mucha playa de por medio y si hay maromos guapetones ¡pues mejor! He dicho.
F.

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