Yo me encuentro
enfrascado en poner en práctica todos los propósitos que apunté cuando el año
que dejamos expiró. Y en esas estoy…
Cuando leía los
comentarios de Franccesca sobre su aventura por tierras nórdicas, me acordé que
alguna vez leí que uno de los propósitos más repetidos de la gente ante un
nuevo año es conseguir pareja, o en su defecto, el cambio por una mejor…
Puedo imaginarme todos
los centímetros de mi amiga paseando su gracia y sus genes latinos por
Copenhague. Y entiendo perfectamente el revuelo de los machos del lugar ante
tanta gracia y desparpajo.
Se me vienen a la
cabeza imágenes de tiempos de salidas, de “marcha” por los antros de moda, de
ligues… Qué pereza me da!!! y qué bajón tener la sensación de que ya no estoy
para esos trotes…
Reflexiono también por
un momento sobre las técnicas que utilizaba para “entrarle” a una chica. Un
momento, que los veo venir… No se vayan a pensar que soy de la época del
garrotazo en la cabeza y arrastrar por los pelos a la susodicha hasta la cueva…
Si me tocó la época
del “estudias o trabajas”, aunque con los tiempos que corren, seguro que alguno
no comprenda de qué va la cosa…
Hoy
con tanta informática y tecnología, lo de flirtear es algo de dominio público y
el mercado de webs de contacto y sus respectivas aplicaciones para el móvil va in
crescendo…
El
pasado domingo fue la glamurosa gala de los Oscar. Según los entendidos, la
preciada estatuilla estuvo repartida y la fiesta fue una reafirmación
americana, hasta Mrs. Obama tuvo el encargo de abrir el sobre de la mejor
película… En la alfombra roja destacó, cómo no, la bella Charlize Theron.
Pensando
en la anécdota que nos contó Franccesca de lo sucedido en el baño de señoras,
tengo claro una cosa… Puedo fantasear hasta la saciedad con la guapísima
sudafricana, pero me cuesta tantísimo imaginármela haciendo ese tipo de
conciertos en do mayor, aunque sea en la soledad más absoluta de su cuarto de
baño. Con lo guapa e inmaculada que está con ese vestido blanco es difícil de
creer, aunque ya me lo recordó mi amiga, las apariencias engañan…
M.