El otro día jugamos con Franccesca a confesarnos los propósitos para el año recién estrenado. Ella maneja una lista muy clara y concisa. Mis deseos tampoco son muchos (la crisis parece que también afecta nuestras proyecciones), pero si reconozco que en mi lista, se repite algún propósito sin solución de continuidad…
Yo recito, dar con el trabajo ideal, encontrar esa cualidad para la cocina que me imagino escondida, ampliar mis conocimientos en la lengua de Shakespeare y mejorar mis resultados deportivos.
No debo mostrarme muy convincente al enumerar mis propósitos, por lo que mi amiga me incita a ser positivo. Ella es una devota confesa de El Secreto y de la Ley de la Atracción y hace tiempo que intenta atraerme hacia estas enseñanzas, también con ejemplos y testimonios de experiencias propias.
Hoy, por fin, consiguió sacar de mi boca un “sí quiero”, así que este año me dejaré llevar por todos los consejos de esta corriente en pos de conseguir estos anhelados y postergados deseos.
Me digo ¿por qué no? El bueno de Will Smith se declaró seguidor de esta filosofía y habla del poder de nuestros pensamientos, de que las cosas que deseamos son posibles si realmente nos las proponemos.
Me digo ¿por qué no? El bueno de Will Smith se declaró seguidor de esta filosofía y habla del poder de nuestros pensamientos, de que las cosas que deseamos son posibles si realmente nos las proponemos.
Yo también quiero conseguir lo que El Secreto pregona, una vida llena de prosperidad con relaciones exitosas y mucha espiritualidad.
Manos a la obra…
Llevo unos días leyendo este best seller y también visionando los videos que pululan por Internet. Hacen hincapié en nuestra mente y en el poder de los pensamientos. Cuando la mente está relajada y acepta una idea, el subconsciente empieza a trabajar para ejecutarla y convertirla en realidad.
Franccesca consideró que ya puedo ir comprobando alguna de las posibilidades de mis pensamientos.
"Esta noche no necesitarás despertador", me soltó. Me dijo que encargase la solución a mi subconsciente y que recibiría la respuesta.
"Antes de dormirte piensa en la hora exacta en que deseas despertarte"…
"Antes de dormirte piensa en la hora exacta en que deseas despertarte"…
Funcionó!!!
Estoy nervioso, ansioso y con ganas de seguir adelante. Leo “La acción es su pensamiento y la reacción es la respuesta de su mente subconsciente”.
Ya me imagino disfrutando como un enano en el próximo trabajo, hablando como un nativo junto al Támesis y recibiendo una medalla en el podio.
Me siento excitado e impaciente.
Voy a seguir probando…
M.
Voy a seguir probando…
M.
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