Mi amiga del alma, espero que estés recuperada
de tu catarro y sobre todo de tu herida en la nalga… me cuesta imaginarte
subida a los tacones y con tu andar sugerente si tienes una cacha magullada.
A
esta hora en los EEUU ya se abrieron los colegios electorales… Costó mucho
mantenerse al margen de la lucha entre republicanos y demócratas. Los medios de
comunicación llevan semanas retransmitiendo los mítines y todos los detalles de
los candidatos de la principal potencia económica mundial. Supongo que el
resultado de las urnas influirá en el valor de las divisas y en el “Monopoly”
mundial que juegan los “titiriteros” de todo este tinglado.
Mi
ignorancia no me deja ver una salida a nuestros problemas mundanos en el
resultado de estas elecciones, por eso no hago caso a este bombardeo
publicitario y mediático que nos viene de la otra orilla del océano.
Franccesca, por supuesto que acepto tu
invitación para desayunar.
Cómo cambiaron los tiempos o nosotros ¿no? Antes quedábamos para cenar y emborracharnos
juntos, será la pereza que viene con los años o el precio de los “gin-tonics”,
qué se yo…
Cuenta con “besos” para desayunar además de ¿churros
y chocolate? …
Dudo si será una buena idea, porque después te pones pesada con la báscula y tu
figura, y da igual que te diga que estás muy buena y que puedes hacer un exceso
de vez en cuando, tu nada, erre que erre…
A las nueve en punto me presento en tu portal y
te timbro…
Necesito hablar de nuestras cosas,
independientemente de quien sea el nuevo ocupante de la Casa Blanca.
Hasta mañana amiga.
M.
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